Autocuidado del terapeuta

Los terapeutas solemos estar muy solos en nuestra relación con clientes.

Surgen casos complejos, a veces no sabemos por dónde o cómo seguir. El caso es que nos vendrían muy bien otros puntos de vista, otras orientaciones.

Los grupos de supervisión son una parte importante para el crecimiento y la auto higiene de los terapeutas.

¿Qué ofrece la supervisión de casos?

• Un espacio de apoyo y orientación en medio de tu práctica terapéutica de los casos con tus clientes/pacientes guiado por terapeutas experimentados.
• Un entorno de reflexión acerca de tus actitudes y competencias para poder mejorar como profesional
• Un tiempo para explorar tus reacciones emocionales en terapia y poder descubrir sus orígenes, en definitiva conocerte mejor.
• Un lugar para confraternizar con otros compañeros y que puedan surgir sinergias y posibilidades de crecimiento.

En qué consiste

• Encuentros mensuales. Una vez al mes hay un encuentro del grupo o “círculo” de terapeutas. El encuentro se realiza de forma online y tiene una duración de 2 horas.
• Temáticas. El grupo trabaja con los siguientes aspectos:
  1. Exposición de casos. Un miembro del círculo expone su caso y recibe feedback en forma de orientaciones, experiencias propias, preguntas para reflexionar, etc.
  2. Autorrevelación de experiencias emocionales. Un miembro del círculo revela alguna experiencia emocional con un cliente o terapia. Recibe apoyo en forma de escucha, otras revelaciones, preguntas para la reflexión, etc
  3. Claves vinculadas con actitudes y habilidades. fhg.
• Metodología. El facilitador (o facilitadores) trabajan en la creación de un espacio terapéutico en el que los componentes del grupo puedan sentirse a gusto, exponer sus casos y experiencias y, como resultado del proceso grupal tomar conciencia y aprender.

La presencia, el “estar” de un terapeuta se considera un factor muy importante para la sanación de los clientes.

John Welwood en su libro “Psicología del despertar” dice lo siguiente:

“En mi opinión, los terapeutas más eficaces son aquellos que pueden incorporar a su trabajo una presencia auténtica. Permitir que una persona tenga su propia experiencia tal vez sea el mejor de los regalos que pueden ofrecerse. Pero, aunque la presencia abierta sea natural y espontánea, la capacidad de reconocerla y sostenerla en medio de las distracciones de la mente requiere un entrenamiento y una práctica adecuados”.

Evidentemente esto no lo tenemos a menudo, sino que es una cualidad que es necesario entrenar. Las prácticas meditativas nos ayudan a ello.

¿Qué ofrece la práctica de presencia terapéutica?

• Un entrenamiento de tu atención, con lo que tendrás mucha más capacidad para captar señales en tu cliente y reacciones en tu interior (sensaciones, emociones, intuiciones, pensamientos, etc).
• Tendrás ocasión de practicar con “clientes”, es decir, personas que expresen sus emociones y malestar.
• Facilitar el estado de empatía y de compasión con tus clientes: la capacidad para acogerles, sea cual sea su emoción y forma de afrontar la situación.
• Evitar el “contagio” de estados emocionales negativos o la reactividad ante ellos: esta práctica te protege de identificarte o de rechazar lo que traiga el cliente.
• Desarrollarás la habilidad para no caer de forma inconsciente en juicios, expectativas, suposiciones, creencias, etc en tu práctica terapéutica, y librarte de sus efectos negativos en tu acompañamiento de los clientes.
• Esta propia práctica, además de servirte como un entrenamiento de la presencia es un importante y efectivo elemento de autocuidado: notarás cómo esta práctica, poco a poco te calma y te proporciona paz y armonía.

En qué consiste

• Encuentros semanales. Una vez a la semana nos reuniremos de forma online para practicar. Estas sesiones durarán 1 hora.
• Metodología. Entrenaremos el método “Dentro-Fuera” de atención sostenida en el que se desarrollan 3 tipos de atención en un espacio de “estar con el otro”: enfocar, acoger y acompañar. También utilizaremos un entrenamiento en compasión a través de distintas técnicas como tonglen, metta, etc. En las sesiones crearemos un espacio para practicar con “clientes” la escucha y la aceptación profundas.
• Temáticas. Las sesiones tendrán una parte práctica con un tema u “objeto” en el que nos centraremos: tono de voz, gestos, palabras, emoción sentida, sensación ambiental, etc.

A los terapeutas nos afectan las historias, las emociones y los traumas de nuestros clientes. A veces nos implicamos emocionalmente o sucede algo que nos “sacude”. Podemos sentir estrés, cansancio, falta de confianza o pasar una mala racha.

Nuestro estado de ánimo, nuestra empatía, energía y atención son herramientas esenciales en la labor que hacemos.

La importancia del autocuidado del terapeuta es tan grande que los hábitos de higiene mental y emocional se deben considerar como imprescindibles para todo profesional.

¿Qué ofrece el servicio de autocuidado del terapeuta?

• La posibilidad de que puedas saber si estás sobrepasando la “línea roja” en materia de “desgaste profesional” y es necesario que te dediques una especial atención a tu autocuidado.
• La posibilidad de que tengas un espacio para poder expresarte emocionalmente y ser escuchado. Contar con una “red de apoyo” que esté disponible cuando lo necesitas.
• Tener propuestas sencillas y prácticas que puedas realizar cotidianamente para cuidarte en distintos ámbitos: físico, mental, emocional, etc.

En qué consiste

• Herramienta de medida. Vas a contar con un medidor, un “termómetro” de nuestro “desgaste profesional” para que puedas aplicarlo cada cierto tiempo y compruebes tu estado. En concreto usaremos la Escala de Agotamiento por Empatía (ESAPE)
• Espacio de escucha. El grupo de práctica de presencia terapéutica va a ofrecerte el espacio adecuado. Allí podrás tener un lugar donde expresar tus emociones y ser escuchado. Todas las semanas se reunirá el grupo y, bajo petición previa, podrás acudir y contar aquello que quieras. A veces no necesitarás ni abrir la boca: simplemente la presencia tendrá un efecto beneficioso sobre tí.
• Propuesta de rutinas de autocuidado. Recibirás mensualmente una propuesta de actividades para tu autocuidado. A modo de “ficha” recibirás un PDF con una serie de “secciones” (actividad física, relax, sueño y alimentación, liberación emocional, auto-regalos, etc) y en cada sección habrá una idea para que pongas en marcha.

Estar solo como terapeuta te resta muchas posibilidades. Ten en cuenta que:

• Habrá personas a las que no puedas tratar por cuestiones éticas (familia, amigos, personas con las que tengas vínculos económicos, etc.)
• También habrá personas cuya problemática no puedas atender porque no sepas cómo hacerlo o porque tengan un grado de trauma muy elevado para tus conocimientos y/o experiencia.
• Incluso, si te va muy bien, puede que no tengas tiempo en tu agenda para atenderlos. Decirles simplemente “lo siento” quizá no sea una buena opción ¿verdad?
• Te vas a encontrar con colectivos cuya problemática requiere un abordaje desde varias disciplinas o especialidades (por ejemplo en los trastornos alimentarios, en personas que sufren acoso, etc.). En estos casos (y otros muchos) se necesita intervenir desde la mente, el cuerpo, lo social, lo familiar, etc para que el tratamiento sea eficaz y es muy difícil que puedas tener la preparación adecuada para todos ellos.
• Hay mucha información de la que no dispones y que te vendría muy bien para tu trabajo (nuevas técnicas, libros, congresos, etc.) pero te resulta difícil acceder a ella por tiempo o desconocimiento.

¿Qué ofrece la comunidad de cooperación?

• Derivación. Estar en contacto con una comunidad de compañeros terapeutas con los que poder practicar la derivación de clientes con alguien de confianza y también podrás ser tú la persona a quien deriven otros. Cuando derives un paciente a otros compañeros vas a dar un buen servicio al ponerle en manos de un profesional que le va a atender bien. Lo mismo pasará con otros compañeros que te deriven clientes a tí.
• Sinergias profesionales. Del contacto con compañeros pueden aparecer oportunidades para colaborar en iniciativas que te lleven a nuevas aventuras o un mayor crecimiento. Crear grupos multi-especialidades para tratar casos más difíciles o para lanzar cursos combinados son sólo algunas de las opciones que pueden surgir. Desde la comunidad impulsaremos un “observatorio de iniciativas” con detección de necesidades terapéuticas en la población.
• Recursos compartidos. Dispondrás de una biblioteca de recursos (artículos, libros, audios, etc.) de uso profesional en la que encontrar muchas cosas que te pueden resultar útiles. Más adelante iremos publicando una newsletter con noticias sobre nuevas técnicas, formaciones, congresos, etc. para que puedas estar “al día” en lo que se mueve en torno a la terapia.
• Talleres. ¿Tienes un conocimiento técnico concreto que pueda ser valioso para otros terapeutas? Conviértelo en un taller y preséntalo en la comunidad. Seguro que hay otros compañeros a los que les gustaría recibirlo.

En qué consiste

• Te apuntas a la comunidad a través de una plataforma (te daremos las indicaciones precisas en su momento)
• Allí pones una serie de datos básicos para que otros compañeros puedan ver tu perfil profesional y contacten contigo.
• Será importante que puedas conocer más de cerca a tus compañeros a través de los servicios de “espacio de supervisión” y de “práctica de presencia terapéutica” y que ellos te conozcan a tí. De esta forma surge la conexión que lleva a la confianza y a derivar y ser derivado. También a las sinergias profesionales.
• Tendrás acceso a la biblioteca de recursos compartidos y también si tienes algún recurso que aportar eso hará más grande y valiosa esta biblioteca.
• Podrás presentar tus propuestas de taller y estas serán publicadas al colectivo de miembros de la membresía y también a otros terapeutas