Cómo la confianza influye durante la terapia en la relación con el paciente
Ideas clave del artículo:
- La confianza entre paciente y terapeuta es uno de los principales factores que predicen el éxito en la terapia.
- Hay distintos tipos de confianza que influyen en la terapia y todos ellos están relacionados potenciándose unos a otros, tanto para bien como para mal.
- La desconfianza del terapeuta en sí mismo influye en la del paciente pero también puede tener elementos positivos.
- Las personas con exceso de confianza en sí mismas sobreestiman sus habilidades y esto les impide mejorar.
- Para desarrollar mi auto-confianza puedo profundizar en mi auto-concepto, cambiar mis creencias nucleares completando el trabajo con el cambio de experiencias somáticas
La confianza en la relación terapéutica
La denominada “alianza terapéutica” es uno de los principales factores que están detrás de los buenos resultados en terapia. ¿Qué es esto de la “alianza terapéutica”?
Según Bordin la alianza terapéutica se fundamenta en 3 bases principales:
- Un vínculo entre paciente y terapeuta (entendido como un contacto afectivo) que se genera a partir del aprecio, la confianza y el respeto mutuo.
- El acuerdo entre paciente y terapeuta sobre los objetivos de la terapia.
- El acuerdo entre paciente y terapeuta respecto a las tareas o actividades a realizar durante el proceso terapéutico.
Por tanto la construcción de una relación de confianza es uno de los pilares más importantes de esta relación.
La etimología de la palabra “confianza” viene del latín y está íntimamente vinculada al concepto de “fé”. Una de sus traducciones vendría a ser “con toda la fé” o “con absoluta convicción”. En la relación terapéutica este acto de poner una “convicción absoluta” (o si no absoluta, por lo menos una convicción muy alta) va a ser tremendamente importante.
Para comprenderla un poco mejor vamos a ver algunas características de la confianza.
- Comienza por la imagen. No prestamos nuestra confianza a cualquiera. Hay una serie de factores (de los que no solemos ser conscientes) en la presencia y comunicación de la otra persona (su aspecto físico, su mirada, su voz, sus gestos, su vestimenta, etc.) que producen una mayor o menor confianza. No es fácil de expresar, sin embargo es una sensación general que, rápidamente, se puede ir formando hacia un sentido (confiar) o hacia otro (no confiar)
- Es contagiosa. Cuando una persona confía en otra es mucho más fácil que esta corresponda también con confianza. Incluso para alguien que tiene poca confianza en sí mismo, recibir confianza puede ser un excelente motor para que comience a creer.
- Es frágil. La confianza hacia otro se vive como una “apertura” o una “entrega” y como tal se produce un contacto con la vulnerabilidad básica de la persona. Si surge algo que dañe o ponga en peligro esa vulnerabilidad la confianza desaparece y en su lugar lo más probable es que quede una actitud cerrada e incluso hostil.
6 formas de confianza relevantes en terapia
A mí me salen 6 formas principales de confianza:
- La confianza del terapeuta en sí mism@. La más concreta es la confianza que el terapeuta tiene en su capacidad para hacer bien su trabajo, pero también va a influir (y mucho) la confianza que cada uno tiene en sí mismo como persona.
- La confianza del paciente en sí mism@. En qué medida el paciente confía en su capacidad para salir adelante del problema que tiene. En principio depende del paciente pero quizá el terapeuta pueda influir en esto.
- La confianza del terapeuta en el paciente. Al ver a su paciente, el terapeuta se crea una imagen de este. Esa imagen ¿le lleva a confiar o desconfiar de su capacidad? ¿Qué hace el terapeuta para confiar en su cliente?
- La confianza del paciente en el terapeuta. Aunque es algo que no depende del terapeuta, sí puede poner de su parte para facilitar esta confianza… o ¡para dificultarla!
- La confianza del terapeuta en el proceso terapéutico. El proceso terapéutico es algo que se escapa del control de ambas partes. Lo puedes llamar “vida”, “suerte”, “circunstancias” o como quieras. El terapeuta puede creer en que hay cosas fuera de nuestro control que apoyan el proceso de curación… o no. Es una pura cuestión de creencias.
- La confianza del paciente en el proceso terapéutico. Al igual que el terapeuta, el cliente también puede tener una creencia positiva, negativa o nula sobre factores que le van a influir en su propio proceso. No necesariamente tienen que ser creencias de tipo espiritual: puede ser por intuición o por unas simples expectativas. Este tipo de creencias influyen en la confianza del paciente sobre su proceso.
Todas estas formas de confianza están relacionadas y unas potencian a las otras. La confianza llama a más confianza igual que la desconfianza llama a más desconfianza
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La confianza entre paciente y terapeuta es un elemento fundamental para el buen desarrollo de la terapia. Photo by Priscilla du Preez on Unsplash
La confianza del terapeuta en sí mism@
Si el terapeuta confía en sí mism@ es más probable que sus clientes también confíen. Vamos a partir de este hecho ¿te parece?
Se dan muchos casos en los que terapeutas que tienen relativamente poca preparación y/o experiencia se muestran muy seguros de sí mismos ante la clientela y reciben buenas valoraciones de sus pacientes.
También ocurre al contrario: terapeutas con poca confianza en sí mismos son percibidos como “poco confiables”.
¿Qué conclusión podemos sacar? Parece que la confianza que el terapeuta tiene de sí influye en la de sus clientes.
¿Eso quiere decir que si no tenemos una super confianza en nosotros más nos vale dejarlo? No nos precipitemos. Hay matices importantes a tener en cuenta como los siguientes:
- Que un paciente termine contento con su terapeuta no siempre significa que éste haya hecho un buen trabajo. Un terapeuta con mucha confianza en sí mismo y que lo transmita a través de su imagen podrá generar confianza en sus clientes pero si tiene poca habilidad terapéutica su capacidad para ayudar o para impulsar cambios en el cliente no será buena. La duración de los efectos de la terapia se convierte aquí en un factor clave para diferenciar esto. ¿Cuánto duran los efectos positivos de esa terapia? ¿Varios meses?
- No es necesariamente negativo que un terapeuta tenga cierto nivel de dudas sobre sí mism@ en su rol. ¿Por qué? Porque esa dosis de inseguridad (si no es demasiado alta) le puede ayudar en su motivación para ser mejor profesional. El exceso de confianza en uno mismo puede ser claramente origen de acomodamiento e incluso de “ceguera profesional”. Un buen ejemplo de esto es lo que se conoce como el “efecto Dunning-Kruger”.
El efecto Dunning-Kruger
Justin Kruger y David Dunning realizaron un estudio cuyos resultados publicaron en 1999 en los que concluyeron tajantemente que “La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento”
Su hipótesis es que, ante una habilidad cualquiera (como las profesionales):
- Los individuos incompetentes tienden a sobrestimar su propia habilidad.
- Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer la habilidad de otros.
- Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema insuficiencia.
- Si pueden ser entrenados para mejorar sustancialmente su propio nivel de habilidad, estos individuos pueden reconocer y aceptar su falta de habilidades previa.
Y efectivamente comprobaron tras cuatro estudios, que los participantes que tuvieron las peores puntuaciones en las pruebas de distintas habilidades, sobreestimaban con mucho su habilidad y su resultado en las pruebas. A pesar de que sus puntuaciones los colocaban en el 12% peor, ellos se consideraban entre el 62 por ciento del total.
En otro estudio mucho más concreto sobre las habilidades para la empatía, Daniel R. Ames y Lara K. Kammrath encontraron que el efecto Dunning-Kruger se produce de hecho y que un factor que está muy relacionado con ello es el grado de narcisismo de la persona. A mayor nivel de narcisismo, más tendencia a sobreestimar el valor de lo que uno hace.
Las personas con rasgos narcisistas tienden a sobreestimar sus actuaciones y posibilidades Photo by Caroline Veronez on Unsplash
Si sospechas que puedes tener rasgos narcisistas ¡no es ningún problema! No es nada terrible que haya que esconder o eliminar (aunque depende de los casos). Un libro que te puede ayudar es “Rethinking narcissism” del doctor Craig Malkin. En este libro Malkin desglosa diferentes tipos de narcisismo y establece un contínuo que va desde un narcisismo sano a otro patológico.
Craig Malkin ha definido el término “ecoístas” a aquellas personas que muestran un rasgo de personalidad opuesto a las narcisistas. El “ecoísta” tiene miedo de parecer narcisista, llamar la atención o recibir elogios. Prefiere escuchar, ayudar y pasar inadvertido. Si te reconoces en este rasgo ¡tampoco es algo de lo que tengas que deshacerte! Si quieres saber más sobre esto, aquí tienes el enlace a un artículo completo.
Donna Savery ha escrito también sobre ello y su libro “Echoism: The Silent Response to Narcissism” es una excelente referencia para profundizar en este concepto.
Cómo desarrollar mi auto-confianza como terapeuta
Y ¿de dónde proviene la confianza (o falta de ella) que los terapeutas (y cualquier otro individuo) tenemos de nosotros mismos?
El estilo de apego recibido de la educación familiar parece ser determinante. Cuando somos niños, si recibimos un estilo de apego seguro, vamos a generar con más facilidad una buena autoestima y una mayor capacidad para regular nuestras emociones. Claro que eso no lo podemos cambiar… nos educaron así. ¿Qué podemos hacer entonces al respecto?
Nuestro auto-concepto, la idea que tenemos de nosotros mismos y que hemos ido construyendo a lo largo de nuestra vida, es el elemento que más fácilmente podemos identificar y… cambiar.
Si quieres cambiar tu nivel de confianza en tí, quizá esta pueda ser una buena opción. Además de beneficiarte, aprenderás un camino que le puede ser útil a muchos clientes que tengas.
Es natural experimentar algún tipo de inseguridad en la práctica terapéutica… eso nos recuerda que somos humanos y no estamos lejos de la posición de “paciente”. Photo by Jason Hogan on Unsplash
Aquí te doy algunas pistas.
- El auto-concepto es un elemento importante de la Terapia Centrada en la Persona (de Rogers) Si quieres saber un poco más de esta terapia aquí tienes un enlace.
¿En qué consiste el auto-concepto?
Para Carl Rogers, se compone de 3 elementos:
- El “Yo ideal” (lo que te gustaría ser, lo que anhelas)
- Autoimagen (cómo te ves en realidad)
- Autoestima (cuánto te gustas, te aceptas o valoras)
Al fin y al cabo la desconfianza hacia tí es la creencia de que vas a realizar determinadas tareas sin éxito. La creencia lleva asociada una emoción: el miedo a que ocurra algo.
Al trabajar con tu auto-concepto tienes la oportunidad de cambiar estas ideas antiguas que tienes sobre tí y actualizarlas a una versión más rica.
- También puedes trabajarlo desde la base de tus creencias nucleares (son ideas que nos parecen “verdades” acerca de nosotros que se formaron en nuestra infancia y permanecen ocultas en un plano no consciente). Al fin y al cabo la desconfianza hacia tí es la creencia de que vas a realizar determinadas tareas sin éxito. La creencia lleva asociada una emoción: el miedo a que ocurra algo. A esto se le denomina “creencias limitantes” y se pueden cambiar.
Hay distintos métodos para «desprogramar creencias». Algunos provienen de la PNL (Programación Neurolingüística), otros de la Psicología Cognitiva e incluso hay personas que se basan en la sabiduría de “Un curso de milagros” para hacerlo.
Aquí te dejo un enlace a un artículo donde puedes explorar un poco sobre esto.
Puedes empezar por aquí. Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Cómo creo que soy? (y eso que creo me hace desconfiar de mí)
- ¿Qué tengo miedo que ocurra si soy de esa forma?
- ¿En qué me baso para seguir creyendo eso
Será importante que incluyas las sensaciones corporales en el trabajo de cambio de creencias ya que esas creencias nucleares tienen un componente físico muy grande y se manifiestan en partes concretas del cuerpo.
- Desde luego es más sencillo hacer esto acompañad@. Puedes buscar algún colega, alguien de confianza, un grupo de supervisión (o de crecimiento) para que te ayuden con ello.
Al fin y al cabo todos tenemos miedos e inseguridades. Es natural tenerlas… e iniciar el camino para tomar conciencia de su origen. ¡Puede que las disolvamos o puede que no, pero la vida está para intentarlo!
Comparte tus impresiones sobre este tema. ¡Gracias!
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